El espino amarillo (Hippophae rhamnoides), conocido en algunas regiones como "oro líquido de Siberia", es un arbusto que produce pequeñas bayas de color naranja brillante. Durante siglos, estas bayas han sido utilizadas en Rusia y China tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional, y recientemente han ganado popularidad mundial como ingrediente principal de infusiones reconfortantes.
Un tesoro nutricional en cada taza
De acuerdo con información publicada por la Universidad de Turku en Finlandia, las bayas de espino amarillo contienen una concentración de vitamina C superior a la de los cítricos tradicionales como naranjas y limones. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Nutrition en marzo de 2022 identificó más de 48 compuestos bioactivos en el té elaborado con hojas de esta planta, incluyendo 27 tipos diferentes de flavonoides y diversos ácidos fenólicos con propiedades antioxidantes.
El investigador Thomas Li y su equipo del Departamento de Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Saskatchewan documentaron que el espino amarillo contiene ácidos grasos omega-3, omega-6, omega-7 y omega-9, una combinación poco común en el reino vegetal. Estos hallazgos fueron publicados en la revista Food Chemistry en 2007.
El sabor que sorprende
Quienes prueban el té de espino amarillo por primera vez suelen describir su sabor como una mezcla inesperada entre piña, maracuyá y naranja, con un toque ligeramente ácido que lo hace refrescante incluso cuando se consume caliente. Esta característica única lo convierte en una alternativa interesante para quienes buscan variar su rutina de bebidas calientes.
La versatilidad de este ingrediente permite combinarlo con jengibre, canela, miel de abeja, menta o cáscaras de cítricos, creando variaciones que se adaptan a diferentes preferencias de sabor. En países como Alemania y los países nórdicos, el té de espino amarillo se ha convertido en una bebida tradicional de los meses fríos.
Preparación tradicional
La forma más común de preparar esta infusión consiste en machacar ligeramente las bayas frescas o descongeladas para liberar sus jugos, y luego verter agua caliente (no hirviendo, idealmente a 80°C) para preservar los nutrientes sensibles al calor. Se recomienda dejar reposar entre 5 y 10 minutos antes de consumir. Las bayas secas también funcionan perfectamente, aunque requieren un tiempo de infusión ligeramente mayor.
Un dato interesante documentado por el portal gastronómico ruso Gastronom.ru señala que el nombre griego de la planta, Hippóphaë, puede traducirse como "caballo brillante", ya que antiguamente se añadían las hojas al alimento de los caballos para dar brillo a su pelaje.
Consideraciones importantes
Como ocurre con cualquier alimento o bebida, es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de incorporar el espino amarillo de manera regular en la dieta, especialmente para personas con condiciones específicas o que consumen medicamentos. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben ser particularmente cuidadosas y buscar orientación médica.
El espino amarillo representa una opción más dentro del amplio mundo de las infusiones naturales. Su sabor distintivo y su perfil nutricional lo convierten en una bebida que vale la pena explorar para quienes disfrutan de descubrir nuevos sabores y experiencias gastronómicas.